Granada, una fruta depurativa y antienvejecimiento
Esta fruta típica de otoño tiene un gran poder antioxidante, es baja en calorías, y ayuda a controlar la presión arterial
La Granada es la fruta carnosa del granado. Un fruto con bayas globulares y con una corteza gruesa y resistente. Es originaria del sur de Asia, Persia y Afganistán. Era muy apreciada en las
zonas con climas áridos porqué su piel gruesa conservaba perfectamente su contenido. Fueron los árabes los que la introdujeron en España y desde aquí se exportó a Suramérica.
“Su sabor es refrescante gracias a que contiene una gran cantidad de agua (el 80 % de la granada es agua) contiene 1g de proteína en 100 gramos de parte comestible, y nada
de grasas ni colesterol. Es una fruta baja en calorías (100 gramos de parte comestible de granada nos aportan 59 Kcal), contiene menos azucares que la mayoría de futas, tiene propiedades astringentes y antiinflamatorias. Por todo eso la granada es un gran alimento en una dieta depurativa y adelgazante.
A la granada se la conoce como una “súperfruta” gracias a la principal, y más conocida, de sus propiedades: su poder antioxidante. Esta propiedad contribuye a disminuir las enfermedades de envejecimiento celular o incluso algunas otras como el cáncer o las degenerativas como el alzhéimer, gracias al hecho que ayuda a combatir los radicales libres. Este poder antioxidante se lo confiere la vitamina C (20 mg por granada) y también a los carotenoides o provitamina A (40 mg). “Los carotenoides actúan como fotoprotectores frente a los efectos nocivos de la radiación solar, el oxigeno y pigmentos fotosensibles”
Existen evidencias científicas que han demostrado la eficacia del zumo de granada a la hora de disminuir la presión arterial, especialmente en pacientes con hipertensión. Este poder se lo confiere su contenido en potasio (247 mg) y también al ser bajo en sodio. El potasio también ayuda a mantener el equilibrio hidrosalino del organismo y por lo tanto hace que sea una fruta muy diurética que favorece la eliminación de agua y sales a través de los riñones.
“La granada contiene taninos, aunque la mayoría se encuentra en la corteza y en las membranas blanquecinas, también encontramos en la pulpa. Los taninos son compuestos fenólicos que ejercen una acción astringente y antiinflamatoria en la mucosa intestinal, por lo que es muy recomendable en casos de diarrea. Los taninos son los causantes de la sensación áspera que nos da la fruta en el paladar y lengua.” Y, aunque pueda parecer contradictorio, la granada es capaz de actuar también como laxante y combatir el estreñimiento por contener fibra.
FUENTE: LA VANGUARDIA