Bimi: más vitamina C que las naranjas

A la vista es precioso: como una flor verde. Dicho menos poéticamente, como un brócoli con tallo largo. “El bimi es un híbrido natural entre el brócoli y el kai-lan o brécol chino”, indica Pérez Gentico. Entre sus bondades nutricionales se pueden mencionar su alto contenido en vitamina C, superior al de las naranjas. “Una pieza de naranja nos aporta de 75mg a 100mg de vitamina C, según su tamaño. Una ración de bimi de 200g nos aportaría unos 120mg de esta vitamina”, especifica la especialista, quien señala que la ingesta diaria recomendada de vitamina C es de 80mg. Por otra parte, “el bimi es más rico que el brócoli, la col china y otras verduras como los espárragos y las espinacas en vitamina C, vitamina D, ácido fólico, calcio, hierro, fibra, zinc y magnesio”. Igual hay que probarlo…

Amaranto: tanto hierro como las lentejas

Este cereal ya lo comían los incas hace 4.000 años. O sea, que tiene poco de nuevo. Los más cocinillas lo conocen bien, así que ojo si quieres dártelas de estar a la última en Internet. “Sus propiedades y beneficios son similares a los del mijo y la quinoa”, apunta la dietista-nutricionista. “Al mismo tiempo es altamente digestivo y rico en fibra, necesaria para combatir problemas de estreñimiento y regular el tránsito intestinal”. También va bien de potasio, que ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso y, por otro lado, tiene tanto hierro como las lentejas. “Estas contienen 7mg de hierro por cada 100 gramos de producto, y el amaranto, 7,6mg”.

Kahi-nam: “Una especie de caviar verde”

Sí, así lo describe la especialista por su aspecto, “una especie de caviar verde”. Estas bolitas esmeralda, tan comunes en Asia como la crema de cacahuete en Estados Unidos, darán un fantástico toque de color a tus fotos: un post de kahi-nam asegura cien seguidores de una tacada. En Israel hasta han inventado un aparato, tipo Thermomix, llamado Green Onyx, que no sirve más que para cultivar kahi-nam en casa, lo cual es una fantasía. Dado que posee las mismas propiedades que la col, las espinacas y el brócoli, quizá sea más fácil recurrir a estas accesibles verduras si buscas idéntico chute de magnesio, hierro, fibra, vitaminas y antioxidantes. Es solo una idea.

Fonio hasta en el cuscús: bienvenido sea el primo de la quinoa

Tiene nombre de elemento de la tabla periódica, pero no: el fonio es un grano africano, primo hermano de la quinoa, del que ya en 2014 el diario británico The Guardian auguraba que vencería a esta en las preferencias de los foodies. “Pertenece a los denominados granos antiguos, los que no han sufrido manipulaciones ni mutaciones; es de la familia del mijo y tiene un sabor fabuloso”, describe Pérez Gentico. Empata con la quinoa en propiedades: “Es rico en fibra, magnesio y zinc, no contiene gluten, y su aporte en proteínas y aminoácidos es elevado, lo mismo que en hierro, calcio magnesio, zinc y manganeso. Es muy digestivo, por lo que puede resultar apto para ancianos y personas convalecientes, así como personas con digestiones difíciles, y además es bajo en grasa”. La panacea, vamos. Pero, ¿cómo se come? “Con el fonio podemos realizar desde un plato tipo cuscús con verduras hasta unas gachas para desayunar”, aclara Pérez Gentico.

Moringa, un tesoro a 120 euros el kilo

La moringa es un árbol originario de la India, y estas hojas han resultado ser una excelente fuente nutricional de micronutrientes. A modo de ejemplo, la experta dice que tiene más vitamina A que las zanahorias, más calcio que la leche y más vitamina C que las naranjas. ¿Te dan ganas de exhibir tu moringa en Instagram? ¡Alto ahí! Este dato a lo mejor te echa para atrás: “La moringa en polvo cuesta 64,9 euros el kilo, los complejos vitamínicos a base de moringa cuestan 56 euros el kilo y por las hojas secas enteras podemos llegar a pagar hasta 118”, advierte la dietista-nutricionista. Haz cuentas, porque igual comprar followers te sale más barato…

FUENTE: EL PAIS