KIWI

Solo hay que probar un kiwi para apreciar su sabor delicioso y lo bien que sienta. Es rico en vitamina C, fibra y muchos otros nutrientes indispensables.

Ha alcanzado la categoría de fruta básica por su variedad y cantidad de vitaminas, minerales y fitoquímicos que promueven la salud.

Propiedades del kiwi

Poco calórico (50 calorías por 100 g), el kiwi ofrece una cantidad y variedad sorprendente de nutrientes. Una pieza de unos 70 g aporta más vitamina C de la que se necesita al día (69 mg de 60).

Contiene cantidades notables de fibra soluble (0,59 g), que regula los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar en la sangre, e insoluble (1,53 g), que previene el estreñimiento.

Es además rico en ácido fólico, importante para prevenir la espina bífida durante el embarazo, así como para la formación de glóbulos rojos.

100 g cubren asimismo el 10% de las necesidades diarias de vitamina E, que refuerza el poder antioxidante de la vitamina C.

También aporta un 10% de magnesio, esencial para los huesos, y es una de las pocas frutas que encierra en sus semillas omega 3, las grasas más sanas para el corazón y el cerebro.

Beneficios del kiwi para la salud

La especial composición nutricional del kiwi explica sus múltiples efectos positivos sobre el organismo.

Es un potente antioxidante

Es muy rico en sustancias antioxidantes como clorofilas, carotenos y otros compuestos de esta familia, como las xantofilas o la luteína; después del maíz, es la mejor fuente vegetal.

En la prevención del cáncer

Un estudio realizado por el Dr. Andrew Collins del Rowett Research Institute de Aberdeen (Escocia) ha comprobado que, en el caso del cáncer, protege de doble forma: por un lado limita los daños oxidativos que se pueden producir en el ADN celular y, por otro, estimula la reparación de los daños ya producidos, lo cual es perceptible incluso con el consumo de una sola pieza al día.

Previene las enfermedades cardiovasculares

Un estudio de la Universidad de Oslo (Noruega) revela que tomar de 2 a 3 kiwis diarios de forma regular fluidifica la sangre, reduce la agregación plaquetaria y mejora los niveles de colesterol. Estos efectos se hicieron patentes incluso tomando una única pieza al día.

Por otra parte, el kiwi es una fruta rica en potasio (295 mg / 100 g) que favorece la eliminación de líquidos y equilibra el efecto de la sal. Por eso es aconsejable en dietas de adelgazamiento, durante el embarazo y en casos de hipertensión e insuficiencia cardiaca.

Ayuda en la digestión

El kiwi es un postre recomendable tras una comida copiosa porque contiene actinidina, que ayuda a digerir las proteínas, lo que evita la pesadez, la gastritis y la formación de gases.

Puedes comértelo con piel

Aunque pueda sorprender, la piel es comestible y sana. Solo hay que lavarla bien con un cepillo y eliminar la pelusa.

Existen tres motivos para comer los kiwis con piel. El primero es que en las frutas, en general, la concentración de vitaminas disminuye de la superficie al centro y el kiwi no es una excepción.

El segundo es que la piel del kiwi contiene, además, abundante vitamina E. Con el aguacate, es la única fruta fresca que se puede considerar fuente de esta vitamina antioxidante.

El tercer motivo es que la piel contiene flavonoides antioxidantes que refuerzan el efecto de las vitaminas C y E, y que además previenen la proliferación de bacterias patógenas en el sistema digestivo.

FUENTE: CUERPOMENTE