Si quieres terminar el verano deshaciéndote de esos kilos de más, no te preocupes. Te damos las claves para que pierdas el exceso de peso de manera saludable y equilibrada.
El verano es un poco traicionero porque entre las vacaciones y estar de chill, caer en comer de más resulta mucho más fácil de lo que parece. Y si tenemos en cuenta los meses de encierro… Probablemente te hayas encontrado con algunos kilillos de más ante la báscula. Si tu objetivo es perder ese peso extra que has ganado en los últimos meses, te damos algunos tips con los que podrás volver a tu peso habitual, sencillos y sin grandes complicaciones, pero sí que requerirán de compromiso y cierto sacrificio por tu parte.
Siempre es recomendable visitar a tu médico o nutricionista para comprobar si necesitas perder peso y, si es así, qué rango de peso saludable es para ti. Así, también te aseguras de que no estés aumentando de peso por motivos relacionados con tu salud. Una vez te haya dado el visto bueno para introducir cambios en tu dieta, te recomendamos seguir un régimen alimenticio equilibrado en el que estén presentes numerosos cereales integrales, verduras y frutas. Estos son algunos de los alimentos más indicados para mantener un peso saludable.
Es esencial tener en cuenta las calorías que necesitamos a diario, ya que varían según la edad, altura, peso, sexo y niveles de actividad. Debemos realizar un déficit calórico que permita una pérdida de peso constante y controlada.
Eso sí, evita a toda costa comenzar dietas que prometan perder peso en poco tiempo, casi ‘como por arte de magia’. Estas suelen ser muy poco saludables y muchas podrían incluirse dentro de la categoría de dietas milagro. Es preferible tener paciencia y decantarse por un estilo de vida realmente equilibrado y healthy. Para facilitarte la tarea, te enseñamos tres trucos que te ayudarán a perder esos kilos de más.
El desayuno, tan completo como saludable
Comienza bien el día: los estudios sugieren que las personas que inician su jornada con un desayuno abundante y rico en proteínas tienen menos probabilidades de elegir alimentos inadecuados a lo largo del día. Si tu desayuno es completo y rico, no caerás en la tentación más tarde. Puedes optar por opciones fáciles y deliciosas (lo healthy no tiene por qué ser aburrido) como tostada integral con pavo, queso fresco desnatado y fruta, avena con fruta o macedonia de fruta con leche, por ejemplo.
Pon atención a tus comidas
Párate a escuchar a tu cuerpo y a lo que necesita en cada momento. Si te apetece algo dulce o un snack, plantéate: ¿tienes mucha hambre o estás aburrido, estresado, cansado o estás un poco ‘de bajón’? Debes evitar comer de manera emocional para mantener una relación sana con los alimentos. Dependiendo de las necesidades de tu cuerpo, puedes intentar distraerte con una actividad divertida o relajante, echarte una siesta rápida, disfrutar de un baño relajante o llamar a un amigo para charlar en lugar de asaltar el frigorífico, cosa por la que probablemente te sientas culpable más tarde. Si realmente tienes hambre, puedes optar por algún snack saludable (lácteo desnatado o fruta) o bien tener algunos frutos secos a mano para saciarte hasta la próxima comida.
¡Ojo con los antojos nocturnos!
Si eres propenso a comer en exceso por la noche… Tranquilo, ¡no estás solo! Muchas personas consumen una gran proporción de su ingesta diaria de calorías una vez que se han acomodado en el sofá, y si tu objetivo es perder el exceso de peso, esto puede ser un obstáculo importante. Anticípate a esas tentaciones y planifica una cena equilibrada y satisfactoria que te guste. Un plato que incluya proteínas, especias y sabores algo potentes te ayudarán a sentirte más saciado.
FUENTE: Adaptado de Revista MIA