Aumentar el consumo de frutos secos en media porción al día, puede disminuir el riesgo de engordar 2 o más kilos durante un periodo de 4 años.
Según un estudio publicado por el BMJ. Según la misma investigación, el aumento de consumo de nueces se ha asociado con un riesgo hasta un 15% menos, de padecer obesidad.
Si se sustituyen las carnes procesadas, los cereales refinados o los postres, (incluyendo chocolates, pasteles y donuts), en un período de 4 años, por una porción de nueces, el aumento de peso será únicamente de entre 0,41 y 0,70 kg, lo que se suma un menor riesgo de aumento de peso moderado y un riesgo 16% menor de obesidad. Los investigadores mantienen que «un consumo de frutos secos elevado, reduce el riesgo un 23%, de engordar 5 o más kilos o de volverse obeso en el mismo período de tiempo.
Concretamente el consumo de nueces
Masticar nueces requiere esfuerzo, dejando menos energía para comer otras cosas, mientras que el alto contenido de fibra de las mismas puede favorecer la digestión, haciendo que la persona se sienta saciada y llena por más tiempo y con mejor salud intestinal.
Pruebas anteriores demostraron que el alto contenido de grasas insaturadas de los frutos secos, aumenta el gasto energético en reposo, lo que también puede ayudar a evitar el aumento de peso
La fibra que contiene la nuez también se adhiere fácilmente a las vellosidades del intestino, lo que significa que se asimilan más calorías. Existen pruebas anteriores de que el alto contenido de grasas insaturadas de los frutos secos, aumenta el gasto energético en reposo, lo que también puede ayudar a evitar el aumento de peso. Comer un puñado de nueces en lugar de galletas o patatas fritas puede ayudar a evitar el aumento de peso, que a menudo acompaña al envejecimiento y es una forma relativamente fácil de ayudar a frenar la aparición de la obesidad.
FUENTE: ABC